Qué es la TFP y por qué necesitas saber hacerla
La Transference Focused Psychotherapy (TFP) es un tratamiento específico de base empírica para los Trastornos Graves de la Personalidad. Éste ha sido desarrollado por Otto Kernberg y sus colaboradores en el marco del Instituto de Trastornos de la Personalidad, del Weill Cornell Medical College y el New York-Presbyterian Hospital en los Estados Unidos.
La TFP ha sido ampliamente estudiada. Kernberg y su equipo han trabajado en desarrollar investigación científica sobre este modelo, asimismo han desarrollado varios libros y manuales teórico clínicos para su enseñanza. Al mismo tiempo, el modelo de tratamiento de la TFP ha ido evolucionando y se ha refinado a lo largo de los años. Por un lado, se ha ampliado en especificidad para distintos tipos de trastornos de la personalidad, y por otro, la técnica psicoterapéutica se ha depurado y enriquecido. Hoy hay manuales para trabajar con pacientes con trastornos narcisistas, con adolescentes, con pacientes del espectro de funcionamiento alto (limítrofe alto y neurosis), con trastornos graves de personalidad, y para aplicar TFP a nivel más general en distintos contextos de salud mental (TFP-Aplicada).
TFP como modelo Psicoterapéutico
El modelo psicoterapéutico de la TFP combina un enfoque psicodinámico contemporáneo con un marco de tratamiento altamente estructurado y con anclaje en la vida externa y funcionamiento real de la persona. En TFP, el terapeuta se centra en la experiencia subjetiva del paciente momento a momento, y le ayuda a éste a atender y explorar qué está pensando, sintiendo, haciendo en la sesión y en su vida diaria. La estrategia global del trabajo en TFP es ayudar al paciente a aumentar la conciencia respecto a los patrones repetitivos de interacción y conflicto que surgen en sus relaciones y conductas, y que afectan su vida diaria. En este trabajo, el terapeuta adopta un enfoque activo, aunque reflexivo, y trabaja junto con el paciente en la identificación y comprensión de los conflictos subyacentes.
TFP es un modelo “ordenado”. En TFP hay una clara distinción entre el proceso de evaluación o estudio del caso, el cual culmina con la devolución diagnóstica. Luego, en caso de que hubiera indicación psicoterapéutica, se negocia el contrato terapéutico; el cual define los objetivos de trabajo, las condiciones de trabajo, y los roles de cada una de las partes. Y una vez finalizado y acordado lo anterior, inicia el tratamiento propiamente tal. Si bien lo preparatorio a la psicoterapia tiene un impacto en el paciente, y muchas veces es terapéutico, son intervenciones con foco a preparar un eventual tratamiento, y no con miras al cambio psíquico ni mejoría sintomática.
¿A ti terapeuta, por qué te podría interesar saber de TFP?
Te lo resumiremos en 4 razones
Conclusión
Si con lo anterior no te he convencido, una razón personal es que este conjunto de elementos que ya te he detallado entrega seguridad al terapeuta, y ello nos permite trabajar más tranquilos con un grupo de pacientes que es sumamente complejo.
Te dejamos invitado a que nos escribas o contactes si quieres aprender más y contarnos de tu experiencia.
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