POR QUÉ NO ES LO MISMO HACER UN CURSO QUE OTRO
Mira.
Los terapeutas son, en su inmensa mayoría, gente que desea ir más allá. En su técnica, en su conocimiento. En su práctica diaria.
Los 3 pilares de la formación del psicoterapeuta dinámico siempre fueron:
1) El análisis personal
2) El curso de técnica
3) Las supervisiones
Desde Freud fue así. Y así sigue siendo.
Bien.
¿Qué curso de técnica hago?
Se pregunta el terapeuta.
Uno que dé respuesta a sus necesidades cuando está con sus pacientes.
Que le sirva. Que lo pueda aplicar. No en dos años. Mañana.
Uno que entienda. Que sea claro. En el que los profesores sean elocuentes.
Que estén dotados para enseñar. Que sepan comunicar. Que sean ordenados.
Sistemáticos, rigurosos, profundos, pero entendibles. Todo conduce a “claros”.
Uno en el que sientan que pueden interactuar.
Que no sea un monólogo del profesor.
Que puedan dialogar acerca de sus dudas, reflexiones, sugerencias, preguntas.
Interactivo pero con corazón.
Pero hay algo que pocos cursos tienen.
Mira, la mayoría de los cursos son impartidos por un conjunto de profesores que se turnan.
La razón es evidente.
La docencia consume tiempo.
La docencia le consume tiempo a profesores que no suelen ir sobrados de él.
Tienen sus vidas personales, sus cónyuges, sus planes.
De este modo, se hace más llevadero para ellos.
Van al curso una vez cada 3 meses.
Cuando el director les dice que les toca.
Problema.
El curso pierde, así, mucha coherencia, mucha continuidad.
Se vuelve muy heterogéneo.
Te pueden decir que se vuelve más rico, pero se vuelve más desorganizado.
Hay, en el aire, una sensación de que el curso no es de nadie.
Pasa mucho en los grupos humanos.
La repartición de tareas difumina la responsabilidad y la autoría.
Por eso, nuestra manera, en La Casa, es ir los tres profesores a todas las clases. Darlas los tres siempre.
¿Pagamos un precio personal?
Sí.
¿Nos compensa?
Sí.
Si no lo hiciéramos así, si “contratásemos” profesores, no lo haríamos.
Preferiríamos no hacerlo.
Próximo curso Inicial de TFP.
Septiembre 2026.
Imagen de la entrada es de ©Duane Michals

